Cuando sufrimos mareos puede haber muchas causas. Una de las más frecuentes en la población adulta que presenta valores normales de tensión arterial son problemas en las cervicales. Los mareos cervicales pueden deberse a contracturas o a lesiones permanentes de más o menos gravedad y, aunque no llegan a ser tan incapacitantes como el vértigo, pueden obligar a tomar unos días de baja laboral y a guardar reposo.
La buena noticia es que, en la mayoría de los casos, el mal llamado vértigo cervical (el vértigo siempre tiene su origen en el oído) mejora o llega a desaparecer con ejercicios específicos, reposo relativo y, si procede, un tratamiento farmacológico puntual.
¿Qué son los vértigos cervicales?
Los vértigos cervicales es el nombre común y errado que reciben los mareos por cervicales. En el vértigo, el origen se encuentra siempre en el oído o el nervio auditivo y la sensación es la de que el mundo gira y se deforma, incluso aunque cerremos los ojos. Ante una crisis de vértigo se hace imposible mantenerse en pie o caminar sin apoyos. También hay otros síntomas que acompañan.
En el caso de los mareos cervicales, una contractura muscular severa, hernias de disco o protusiones producen que haya un problema con el riego sanguíneo que recibe el cerebro, por lo que sentimos mareos e inestabilidad que suelen cesar si nos recostamos o cesamos el movimiento. A esta sensación le acompañan otros síntomas habituales como la rigidez en la zona, incluso en los hombros, cefaleas, dolor que puede irradiar y llegar incluso hasta las manos o poca precisión en los movimientos finos.
¿Cuáles son las posibles causas?
Contracturas musculares, pinzamientos nerviosos en la zona o tortícolis
Son las causas más benignas porque se resuelven en pocos días o en un par de semanas, aunque requieran muchas veces de reposo relativo y de analgesia si el dolor es incapacitante.
Los ejercicios de rehabilitación centrados en el cuello y otros grupos musculares, los masajes realizados por un fisioterapeuta o el uso de corrientes eléctricas aplicadas también por el fisio pueden reducir el tiempo de recuperación. Si padeces de estos problemas, puede ser conveniente realizar la tabla de ejercicios descontracturantes de las cervicales en días alternos todo el año (no lleva mucho tiempo). La aplicación local de calor seco también alivia.
Protusiones y hernias de disco
Cuando los mareos cervicales tienden a ser crónicos, cabe pensar que hay un problema con los discos intervertebrales. Estas lesiones no tienen otra solución que la cirugía, la cual es arriesgada, por lo que se pospone mientras el paciente resiste.
Si aparecen este tipo de lesiones, que no se curan pero pueden empeorar, se impone no coger pesos jamás y evitar determinados movimientos, que dependen de la localización de los problemas en el disco o discos afectados.
Además, con el tiempo aparecerán la artrosis y los osteofitos, que limitan la movilidad. Pero, en la mayoría de los casos, se sigue pudiendo realizar la tabla de ejercicios para descontracturar las cervicales, que suelen pasar a prescribirse como una rutina más, para disminuir la toma de analgésicos.
Algunos tumores óseos o de médula
Mejor no pensarlo mucho, porque hay casos operables y otros que no. La buena noticia es que son la causa menos frecuente de los mareos cervicales.
Sobreentrenamiento o mala higiene postural
Nos remite al punto número 1 de esta lista.
Tratamiento de los mareos cervicales
- Fisioterapia con masaje o con corrientes.
- Ejercicios en piscina con agua caliente.
- Tabla de ejercicios para el vértigo cervical. La dinámica consiste en ir moviendo de forma aislada cada músculo del cuello y los que intervienen en los movimientos de los hombros, buscando realizar un estiramiento hasta donde nos sea posible. El fisioterapeuta encargado de enseñar la realización de la tabla de ejercicios procederá a adaptarlos al caso de cada paciente.
- Relajantes musculares y/o antiinflamatorios. Se suelen tomar un par de días en caso de haber contractura muscular o si se aprecia pinzamiento. Las personas con lesiones severas en las cervicales suelen ser pacientes crónicos que usan estos tratamientos cuando empeoran sus síntomas, aunque su uso se encamina más a controlar el dolor y una posible tortícolis que a la mejora de la sensación de mareo o de inestabilidad. Para esto último, a veces se recetan vasodilatadores.
Los problemas cervicales no causan vértigos sino mareos. Pero se trata de unos mareos que llevan toda una sintomatología adicional asociada, por lo que resultan muy limitantes. Pueden ser ocasionales o crónicos, dependiendo de si la lesión que los produce es o no reversible.
El tratamiento de los mareos cervicales pasa por una correcta higiene postural, limitar la carga de peso y por la práctica de una sencilla tabla de movimientos suaves y estiramiento. En caso de necesidad, se complementará con masajes realizados por un fisioterapeuta u otras terapias que emplean estos profesionales de la salud, y con apoyo farmacológico para las crisis.