Mucha gente tiene problemas de circulación, en el mejor de los casos solo periférica. No hace falta ser una persona mayor o sufrir alguna cardiopatía para notar los síntomas de un mal riego sanguíneo localizado.
Por suerte, es posible ayudar a la circulación sanguínea con un poco de higiene postural y con remedios para la mala circulación. No obstante, si tu caso va más allá de lo que solemos entender por una mala circulación debes acudir al médico, y en caso de estar tomando medicación no te aventures con remedios para la circulación naturales que deban ser ingeridos sin consultar antes con el especialista que lleve tu caso.
Síntomas de una mala circulación sanguínea
Hemos dicho que no íbamos a hablar de las insuficiencias cardíacas o respiratorias severas. Lo hacemos para no incitar a demorar algo que debe ser tratado por un médico especialista. Para los demás casos, entre quienes puede haber personas con enfermedades coronarias, los síntomas más frecuentes de la mala circulación son los siguientes:
- Sensación de frío general o en las extremidades. Si sufres de mala circulación tal vez te hayas descrito como una persona friolera. Si cuando sientes frío en la piel, las zonas afectadas se muestran blanquecinas o amoratadas, sigue leyendo nuestros consejos porque es probable que te ayuden.
- Edemas en pies, tobillos o incluso piernas. Debido a un retorno venoso deficiente, que origina problemas con el drenaje linfático. Esto se combate teniendo los pies en alto, con masajes y duchas frías, pero cuidado: si padeces del corazón esos líquidos retenidos te hacen menos daño estando en las extremidades que si los movilizas hacia el tronco.
- Varices. Las varices pueden aparecer asociadas al edema en las piernas o ser la consecuencia de pasar muchas horas en pie sin poder caminar. Suelen darse más entre la población femenina.
- Dificultad de concentración o mareos. Cuando la mala circulación es crónica y afecta al cerebro se pueden presentar olvidos o problemas de concentración y, en ocasiones, mareos como los que se producen cuando uno tiene la tensión baja. Existen medicamentos vasodilatadores para aliviar este problema, y alguno de los más usados es un extracto vegetal.
¿Cómo puedes mejorar la circulación?
Cuida tu alimentación
Hay alimentos que empeoran la circulación sanguínea porque obstruyen las arterias. Nos referimos a las dietas con exceso de colesterol LDL y a las ricas en azúcares libres.
Pero también hay otros alimentos que mejoran la circulación de la sangre y ayudan a prevenir ese frío en manos y pies en verano o la pesadez de cabeza. Entre ellos, la estrella es el ácido graso omega 3 del tipo EPA, presente de manera natural en pescados azules y en algunas semillas como las nueces. Ten presente que los ácidos grasos omega 6 se oponen a los efectos de los omega 3, por lo tanto tu dieta para favorecer una correcta circulación de la sangre debería ser rica en omega 3 y menos abundante en omega 6. Elimina las grasas saturadas y las grasas trans, que son casi todas las que se mantienen sólidas a temperatura ambiente, y pásate al aceite de oliva.
Realiza ejercicio físico
“Quien mueve las piernas, mueve el corazón”, decían hace tiempo algunos médicos. Y es cierto, los cardiólogos aseguran que el simple hecho de caminar al ritmo que uno buenamente pueda es un hábito cardioprotector. Si presentas problemas de circulación localizados, como ejemplo típico en las piernas, intenta también bailar o hacer algo de bicicleta estática si tu salud te lo permite, pero en general huye de los ejercicios anaeróbicos (musculación, halterofilia, etcétera).
Remedios naturales para la circulación
Agua fría
Las duchas frías estimulan la circulación. No hace falta que emitas un alarido ni que las apliques en pleno invierno, basta con huir de los baños y las duchas a temperaturas elevadas.
¿No te ves capaz de ducharte con agua fría o temes resfriarte en invierno? Mezcla agua fría con caliente y dúchate con agua tibia, que no hace daño. Puedes aprovechar los chorros de la ducha para dar un masaje ascendente desde los pies hacia las rodillas.
Caminar por la orilla de la playa
Si juntas agua fría y paseos, el hecho de caminar por la orilla del mar, remojando los pies durante distancias apreciables puede hacer maravillas por tus tobillos hinchados y tus varices. El hecho de caminar descalzos sobre la arena también ayuda.
Masajes
Que vayan desde las extremidades hacia el tronco. Puedes potenciarlos utilizando aceites con extractos vegetales de algas, hiedra o ruscus, en lugar de tu loción hidratante habitual.
Algunas especias
La cúrcuma, ingrediente principal del curry, o el jengibre mejoran la circulación de manera momentánea, aunque puede ser suficiente como para disipar ese frío que parece haberse metido en tus huesos. La comida templada también puede ayudar, pero huye de las comidas demasiado calientes porque pueden ser perjudiciales para la salud a largo plazo.
Los pies en alto
Al llegar a casa, recuéstate con los pies un poco más elevados que el tronco. Mientras trabajas, vigila tu postura, mantén la espalda recta aunque relajada y, si lo necesitas, utiliza un reposapiés en tu escritorio.
La mayoría de los problemas de mala circulación periférica mejoran con remedios naturales como los que te hemos explicado y evitando en la medida de lo posible todo aquello que empeora el retorno venoso: muchas horas en pie, ropa o calzados muy apretados, exceso de ciertos alimentos en la dieta y sedentarismo.